La postura de SADA sobre controversia del calentamiento de la miel

Introducción

En los últimos años, el consumo de miel ha estado en el centro de un debate creciente debido a preocupaciones sobre los efectos del calentamiento de este producto natural. A través de redes sociales, blogs y medios digitales, han circulado afirmaciones alarmantes que sugieren que la miel calentada podría volverse tóxica para los seres humanos debido a la formación de un compuesto químico llamado hidroximetilfurfural (HMF). Estas aseveraciones han generado inquietud entre los consumidores y han llevado a muchos a cuestionar la seguridad de uno de los productos más antiguos y naturales de la humanidad.

Para abordar esta preocupación, la Sociedad Argentina de Apicultores (SADA) emitió recientemente una declaración en colaboración con el Dr. Hugo Aguirre, médico cirujano y apiterapeuta. Desde La Miel en tu radio te compartimos esta declaración que busca aclarar los mitos y presentar una visión basada en la evidencia científica sobre los efectos del calentamiento de la miel y la presencia de HMF en los alimentos.

Contexto del Debate

El HMF es un compuesto orgánico que se forma cuando los azúcares son calentados, y está presente en una amplia variedad de productos alimenticios, incluyendo la miel, el pan, el café, las mermeladas y otros productos de repostería. La preocupación sobre el HMF surge de su posible toxicidad cuando se ingiere en grandes cantidades. Sin embargo, como ocurre con muchos compuestos presentes en los alimentos, la toxicidad del HMF depende en gran medida de la dosis consumida.

El origen de la controversia actual radica en la desinformación y en la falta de comprensión de la ciencia detrás del HMF. Algunos artículos han sugerido que el simple hecho de calentar la miel podría convertirla en un producto peligroso debido a la formación de HMF. Esta idea, sin embargo, es una simplificación excesiva y, en muchos casos, incorrecta.

¿Qué es el Hidroximetilfurfural (HMF)?

El HMF, o 5-hidroximetilfurfural, es un compuesto que se forma naturalmente en alimentos ricos en carbohidratos cuando son calentados o almacenados por largos períodos. Este proceso es parte de la reacción de Maillard, la cual es responsable del color y sabor característico de alimentos cocidos como el pan y el café. En la miel, la cantidad de HMF aumenta cuando la miel es expuesta a altas temperaturas o almacenada durante mucho tiempo, especialmente en condiciones de calor.

Sin embargo, es importante destacar que el HMF no es exclusivo de la miel; de hecho, está presente en muchos de los alimentos que consumimos a diario. La preocupación sobre la toxicidad del HMF se deriva de estudios que han demostrado efectos adversos en animales cuando se administran dosis muy altas de este compuesto. Pero como en muchos aspectos de la toxicología, la clave está en la dosis.

El análisis científico del Dr. Hugo Aguirre

En su declaración, el Dr. Hugo Aguirre enfatiza que, si bien es cierto que todos los productos de la colmena, incluida la miel, pueden desnaturalizarse cuando se exponen a temperaturas superiores a las del nido de las abejas, esto no los convierte en tóxicos o peligrosos. De hecho, el Dr. Aguirre compara el consumo de HMF con el consumo de alcohol, señalando que la toxicidad de una sustancia depende en gran medida de la cantidad consumida.

El Dr. Aguirre también destaca que el HMF se encuentra en una variedad de alimentos comunes, y que la ingesta diaria promedio de este compuesto es relativamente baja. Los estudios citados por el Dr. Aguirre muestran que la dosis diaria de HMF para una persona promedio puede oscilar entre 4 y 30 mg, con algunas estimaciones llegando a 150 mg en casos de alto consumo de alimentos ricos en HMF, como el café.

Uno de los puntos clave que menciona el Dr. Aguirre es que, aunque algunos estudios han encontrado efectos genotóxicos (daño al ADN) in vitro, los estudios in vivo (en organismos vivos) no han demostrado efectos carcinógenos claros o relevantes en humanos. Además, la mayoría de los estudios en animales indican que no se producen efectos adversos significativos a niveles de exposición que son mucho más altos que los que cualquier persona podría consumir a través de una dieta normal.

¿Es tóxica la miel calentada?

La preocupación por la miel calentada surge del temor de que los niveles de HMF puedan volverse peligrosos cuando la miel es expuesta a altas temperaturas. Sin embargo, como señala el Dr. Aguirre, no hay evidencia que sugiera que los niveles de HMF encontrados en la miel calentada sean suficientes para causar daño en humanos. De hecho, la miel, incluso cuando es calentada, sigue siendo segura para el consumo en las cantidades normales que cualquier persona podría ingerir.

El Dr. Aguirre concluye que no hay razones científicas válidas para evitar el consumo de miel que ha sido sometida a calor. Si bien la miel cruda y no procesada puede tener propiedades nutricionales superiores debido a la presencia de enzimas y vitaminas que son sensibles al calor, la miel calentada no se convierte en un alimento tóxico.

La importancia de la comunicación responsable

El caso del HMF en la miel es un ejemplo clásico de cómo la información científica puede ser malinterpretada y mal utilizada, generando miedo innecesario entre los consumidores. Es fundamental que las organizaciones de apicultores, como SADA, y los expertos en salud y nutrición, comuniquen de manera clara y precisa los hallazgos científicos para evitar la propagación de mitos.

La declaración de SADA, respaldada por la evidencia presentada por el Dr. Aguirre, es un paso importante para disipar los temores infundados y reafirmar la seguridad del consumo de miel. La miel, en todas sus formas, sigue siendo un alimento valioso y nutritivo, y los consumidores deben sentirse seguros al disfrutarla, ya sea cruda o calentada.

Conclusión

La miel ha sido un alimento apreciado por la humanidad durante miles de años, no solo por su sabor, sino también por sus propiedades medicinales y nutricionales. En tiempos recientes, la preocupación por la seguridad de la miel calentada ha llevado a la difusión de información errónea y alarmista. Sin embargo, la evidencia científica respalda la seguridad del consumo de miel, incluso cuando ha sido expuesta a calor.

La clave para entender este debate radica en la comprensión de que la toxicidad de cualquier sustancia, incluido el HMF, depende de la dosis. En las cantidades presentes en la miel calentada, el HMF no representa un riesgo significativo para la salud humana. La miel sigue siendo un alimento seguro y saludable, y no hay razones para evitar su consumo debido al calentamiento.

En última instancia, la comunicación clara y basada en la ciencia es esencial para mantener la confianza de los consumidores en los productos naturales como la miel. Las organizaciones como SADA juegan un papel crucial en este proceso, asegurando que la información correcta llegue al público y que los mitos sean desmentidos con evidencia científica sólida.

Esta nota es un llamado a los consumidores a continuar disfrutando de la miel con la tranquilidad de saber que es un alimento seguro, ya sea en su forma cruda o calentada. La tradición milenaria de consumir miel puede y debe continuar, respaldada por la ciencia y el conocimiento.

Les dejamos el link de acceso al documento de SADA: Declaración de la Sociedad Argentina de Apicultores sobre MIEL y HMF.docx_20240828_210032_0000

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