Evalúan parámetros productivos en abejas reinas adaptadas regionalmente

La apicultura regional está en plena transformación gracias a un proyecto pionero impulsado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en colaboración con el Programa Nacional Apícola (PROAPI). Este esfuerzo, centrado en la selección de abejas reinas adaptadas al entorno, busca abordar los desafíos sanitarios y productivos que enfrentan los apicultores en las provincias de San Luis y La Pampa. Desde La Miel en tu radio te compartimos el objetivo que es generar información en selección de abejas para mejorar la sanidad, la producción y el manejo de las colonias, un equipo de investigación del INTA, en colaboración con apicultores locales, trabajó en la selección de colonias de abejas reinas. Una iniciativa que busca fortalecer la apicultura regional y ofrecer soluciones concretas a los desafíos del sector.

 

 

El acceso a material genético adaptado es una de las principales demandas de los apicultores en regiones como el norte de La Pampa y el centro de San Luis. Estas zonas, caracterizadas por condiciones ambientales particulares, requieren colonias de abejas que no solo sean productivas, sino también resistentes a enfermedades como la varroa, un parásito que afecta gravemente la salud de las colmenas.

En este contexto, el proyecto “Fortalecimiento de los procesos de capacitación y experimentación adaptativa en apicultura en las provincias de San Luis y La Pampa” emerge como una solución concreta. La iniciativa busca generar información clave para mejorar la sanidad, la producción y el manejo de las colonias, promoviendo un impacto positivo en la actividad apícola regional.

Guillermo Felice, extensionista de la Agencia de Extensión Rural (AER) del INTA General Pico, explica: “Este trabajo tiene como meta la selección de materiales genéticos de diversos orígenes que se adapten a las condiciones específicas de estas regiones, tanto para la producción de miel como de material vivo”.

El proyecto se estructura en torno a dos apiarios experimentales ubicados en puntos estratégicos. Uno de ellos se encuentra en el Campo Escuela Unidad Demostrativa de la Universidad Nacional de La Pampa, en General Pico, mientras que el otro está situado en un campo perteneciente a la Cooperativa Apícola Río V, en Villa Mercedes, San Luis. Ambos espacios funcionan como laboratorios al aire libre donde se evalúa el comportamiento de abejas reinas provenientes de cuatro orígenes genéticos: tres cabañas comerciales ubicadas en Buenos Aires, Neuquén y Mendoza, y un origen local.

Analía Martínez, integrante del equipo del PROAPI con sede en INTA Balcarce, detalla: “En estos apiarios se realizan evaluaciones de parámetros clave como desarrollo, mansedumbre, producción de miel y sanidad, con un enfoque particular en la incidencia de varroa”. Para garantizar la precisión en la recopilación de datos, el equipo diseñó planillas en conjunto con los productores y los técnicos de la AER General Pico.

Los primeros resultados, obtenidos tras dos temporadas de evaluaciones, son esperanzadores. Las colonias han mostrado un buen desempeño en desarrollo y producción, con algunos materiales genéticos destacándose por su menor incidencia de varroa. Según Felice, “estos datos preliminares abren la puerta a la reproducción de colonias sobresalientes y su cruce con zánganos locales, lo que permitirá consolidar una genética adaptada y de alta calidad”.

El trabajo en equipo entre técnicos del INTA y productores locales ha sido un factor determinante para alcanzar estos resultados. La colaboración no solo ha fortalecido las capacidades técnicas de los apicultores, sino que también ha generado un sentido de comunidad y compromiso con la mejora continua del sector.

Con miras al futuro, el proyecto planea continuar evaluando la progenie de las colonias seleccionadas. El objetivo final es establecer un banco genético adaptado que pueda ser utilizado como referencia para el desarrollo de una apicultura más sostenible y competitiva. Esto no solo beneficiará a los apicultores de San Luis y La Pampa, sino que también podría servir como modelo para otras regiones del país que enfrentan desafíos similares.

Martínez concluye: “Este proyecto representa una apuesta a largo plazo por el fortalecimiento de la apicultura regional, ofreciendo soluciones concretas a los problemas actuales y construyendo un futuro más prometedor para el sector”.

Uno de los pilares fundamentales de esta iniciativa es la transferencia de conocimientos hacia los apicultores locales. A través de talleres, jornadas técnicas y reuniones en campo, los productores reciben capacitación sobre las mejores prácticas en manejo de colmenas, control de enfermedades y selección genética. Estas actividades no solo incrementan las competencias de los apicultores, sino que también fomentan una participación activa en el proceso de investigación y desarrollo.

La selección de abejas adaptadas al entorno no solo mejora la productividad de las colmenas, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental. Al reducir la incidencia de enfermedades como la varroa, se minimiza el uso de productos químicos, favoreciendo una apicultura más amigable con el medio ambiente. Además, la mejora en la calidad y cantidad de miel producida genera un impacto económico positivo para los productores, incrementando su rentabilidad y competitividad en el mercado.

El éxito de este proyecto podría servir como modelo para otras regiones del país e incluso a nivel internacional. La clave radica en la combinación de investigación científica, colaboración con los productores y adaptación a las condiciones locales. Este enfoque integral permite generar soluciones efectivas y sostenibles que responden a las necesidades específicas de cada región.

En un contexto global donde la apicultura enfrenta desafíos como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la presión de plagas y enfermedades, iniciativas como esta destacan como un ejemplo de cómo la innovación y el trabajo en equipo pueden marcar la diferencia. La selección genética de abejas adaptadas al entorno no solo fortalece la apicultura regional, sino que también contribuye a la conservación de los ecosistemas y al desarrollo sostenible.

En definitiva, este proyecto reafirma el compromiso del INTA, el PROAPI y los apicultores locales con una apicultura que integra la ciencia, la sostenibilidad y el desarrollo comunitario, marcando un camino hacia un futuro más dulce y próspero para el sector.

 

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